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EXPOSICIONES

 

Exposiciones Individuales: 

1956- Museo de Arte Moderno de San Pablo (Brasil)

1957- Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro (Brasil)

1958- Ateneo Barcelonés (España)

1966- Unión Panamericana, Washington D.C. (USA)

1967- Galería Lirolay, Buenos Aires (Argentina).

 

Exposiciones colectivas en el exterior: 

1961- Pintores Sudamericanos, Galería Sudamericana, New York (USA).

1953- Hasta 1967, Integra envío uruguayo a las Bienales de San Pablo (Brasil).

1960- Exposición Internacional "Forma y Espacio", Universidad de Chile.

1966- Integra envío uruguayo a la XXXIII Bienal de Venecia.

1970- Junto a Costigliolo, en la Galería "Imagen", en Buenos Aires.

 

En Uruguay:

Exposición de Arte Abstracto, Instituto de Estética y Artes Plásticas, Facultad de Arquitectura.

1952- Arte No-Figurativo, Asociación Cristiana de Jóvenes.

1954- Pintura y Escultura Abstracta, Galería Salamanca.

1955- Salón Sureña, "19 Artistas Hoy", "6 Pintores Modernos", Facultad de Humanidades y Ciencias.

1961- "De Blanes a nuestros días", Pintura Moderna Uruguaya, Jockey Club de Montevideo.

1964- Círculo de Bellas Artes y en Salones Nacionales y Municipales.

 

Premios:

1955- 2º Premio Salón Sureña.

1957- Premio de Honor, VI Bienal de San Pablo (Brasil).

 

En Salones nacionales: 

1953- XVII Salón Nacional de Artes Aplicadas, 3er. Premio, Medalla de Bronce por su gouache "Panneau principal (proyecto) Boite "El Cascabel".

1955- XIX Salón,  2º Premio, Medalla de Plata por su gouache "Composición".

1960- XXIV Salón, Premio "Shell Uruguay Ltda.", Medalla de Bronce por su gouache "Formas".

1961- XXV Salón, 1er.  Premio, MEDALLA DE ORO por su "Acuarela 108”.

1962- XXVI Salón, Premio Banco de la República, Medalla de Bronce por su yeso patinado "Escultura frontal".

1963- XXVII Salón Premio Cinzano Uruguay S.A., Medalla de Bronce por su témpera "Estructura Blanca".

1964- XXVIII Salón, Premio Cámara de Senadores, Medalla de Bronze por su vinílico "Composición con rojo”.

1965- XXIX Salón, Premio Banco de la República Oriental del Uruguay, Medalla de Bronze por su pintura acrílica "Capricornio XXV".

1966- XXX Salón, Premio al tema libre, MEDALLA DE ORO por su tinta china "Composición".

1967- XXXII Salón GRAN PREMIO DE PINTURA por su acrílico "Composición 17 de Julio".

1969- Premio Adquisición en el XXXIII Salón Nacional por su obra "Blanco y Negro Nº5".

1970- Premio Adquisición en el XXXIV Salón Nacional por su obra y "Formas”.

 

En Salones Municipales: 

1957- IX Salón, Premios Adquisición por laca a la piroxilina "Composición Ortogonal".

1960- XII Salón, óleo "Color y Forma".

1961- XIII Salón acuarela "Pintura 1961".

1962- XIV Salón, témpera "Pintura Nº14".

1967- XV Salón, acrílico y tinta "Capricornio Nº333”.

1968- XVI Salón, acrílico "Córdoba XVIII".

1970- XVIII Salón, acrílico "Córdoba 299".

 

Poseen obras suyas los Museos Nacional y Municipal de Bellas Artes (Uruguay), Museo de Arte Moderno de San Pablo (Brasil), Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro (Brasil), Museo de Arte Contemporáneo de Madrid (España) -hoy Reina Sofía- y en colecciones privadas de Uruguay y alrededor del mundo.
 

María Freire en el Museo Blanes

FORMA Y COLOR

Como en todas las áreas de la actividad humana, la presencia de la mujer en la historia del arte universal es mucho menor que la de los artistas hombres. El Uruguay no es una excepción, pero en el contingente de artistas masculinos se abrieron espacio mujeres que -desde el siglo XIX hasta hoy- resultaron, varias de ellas, destacadas artistas. Es el caso de María Freire, y es el suyo en particular, porque no solo tuvo que hacerse de ese lugar en su época como artista mujer, sino que lo hizo desde un espacio muy particular, el del arte abstracto y el arte concreto. María Freire fue, entonces, una gran artista uruguaya pionera en el lenguaje abstraccionista-concreto que desarrolló junto a su compañero, José Pedro Costigliolo. Llevó su lenguaje pictórico a su expresión más objetiva, liberando totalmente a la obra de arte de su dependencia de la percepción real, mediante la creación de figuras y signos propios. Construyó así, un lenguaje que le es propio que manifiesta a través de las exploraciones sobre la forma y el color, y que se traduce en series.

Cuando nos propusimos realizar una exposición de María Freire, pensamos en presentar una muestra-homenaje a ella (recientemente fallecida) como artista uruguaya, pintora, escultora, grabadora, docente y crítica de arte; mujer adelantada a su época para nuestro país, íntimamente relacionada a un lenguaje artístico que se desarrolló en el siglo XX y que la tuvo en Uruguay como una de las grandes figuras que lo representaron.

El proyecto nos sumergió en el mundo del arte abstracto y, mejor aún, en el arte concreto, que María Freire desarrolló. Su producción, organizada en series, da cuenta de una especialización y de un proceso de producción de su obra, propio de la era moderna. La exposición muestra estas series: desde las primeras máscaras -con cierta influencia africana y americana- y las primeras composiciones, pasando por las series Sudamérica, Materia, Capricornio, Córdoba, Variante, Vibrante, Radiante y América del Sur, así como algunas esculturas y sus últimas realizaciones. La exposición reune así 65 obras provenientes de los acervos del Museo Blanes, del Museo Nacional de Artes Visuales y de coleccionistas nacionales.

EL COLOR

El color fue siempre una preocupación de los artistas, y su percepción tiene una dimensión histórica, simbólica y cultural. A lo largo de la historia, el concepto del color fue usado por los artistas de diferentes maneras. En la obra de María Freire, el color es un aspecto importantísimo. En el arte no representacional de la artista, el color recrea una gran libertad visual que se conecta armónicamente con el dibujo de las formas libres de su invención; el color es entonces sustancia y concepto. La gramática del color de la artista construye, en cada una de sus series, frases de un lenguaje expresivo personal. Se constituye así el color, como las formas de sus figuras, en vocabulario de un lenguaje pictórico. María Freire no busca así fusiones ópticas con el color, sino estímulos desencadenantes de ideas y sensaciones nuevas. El interés estético le confiere valor a relaciones cromáticas que requieren de su experiencia y no de una descripción. La primacía, en sus comienzos, del blanco, el negro y los tres primarios: rojo, azul y amarillo, propia del movimiento moderno, se irá complejizando con el uso de otros tonos, a lo largo de su obra.

© 2016 by Ezequiel Boggio. Homenaje a Maria Freire

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